martes, noviembre 16, 2004

Adios a un viejo (y querido) vicio

Quien diga que fumar es malo es porque esa persona nunca ha fumado en su vida- Y el fumar, como otros vicios, es un hábito que se adquiere con tiempo y práctica.

Yo empecé a fumar hace nueve años cuando trabajaba en Elemix, un pequeño (más bien diminuto) despacho de diseño editorial. Si estas encerrado 8 horas al día en una oficina de 6 x 6 metros con tres fumadores compulsivos es difícil estar diciendo no todo el tiempo. Además tenía curiosidad de ver cual era todo el alboroto por los cigarros.

Y, maldición, me gustó. Durante todo el tiempo que estuve en la Universidad estuve fumando de forma constante -casi siempre para acompañar las cervezas, también constantes en ese tiempo- y todavía algunos años después lo seguí haciendo. Fumar era un vicio que disfrutaba enormemente en esa época.

El punto culminante llegó hace tres años, cuando trabajaba como freelancer. Junto con mi alegre compadre (que en esa época me echaba la mano con los clientes) podíamos llegar a fumarnos hasta cinco cajetillas en un solo día entre los dos.

Cuando un vicio se sale de control deja de ser divertido, y fue entonces que decidí dejar de fumar. Un par de años después retomé el vicio de forma más moderada, pero en estos días ser fumador reincidente es como ser asesino convicto en libertad condicional. Nadie me dejaba en paz y todo el tiempo estaba escuchando frases como: "¿no que mucha fuerza de voluntad?; Una vez vicioso siempre vicioso...; En este edificio no se puede fumar; Te vas a morir antes de los 35; No tenemos mesa en la sección de fumadores" hasta que terminé por hartarme.

Asi es que anuncio formalmente -y por escrito, claro- que el domingo pasado me fumé mi último cigarro (un Marlboro Azul), para no volver a fumar nunca más. Lo prometo. En serio.

Claro que aún tengo mis vicios de Doritos, café y chocolate, y hasta espacio para uno nuevo, je, je, je.

Dedicatoria
  • A mi esposa, que en un acto de honesta solidaridad dejó de fumar el mismo día que yo. Eso es Amor y no pedazos...
  • A todos los que me estuvieron fastidiando para que dejara de fumar. Espero que ya estén contentos.
  • Y a todos mis ex-compañeros fumadores. Enciendan un tubo de cáncer por mí, y feliz enfisema.
:'p

4 comentarios:

Santiago dijo...

Pues felicidades Fate!

Mientras sea una decisión tuya, no creo que vayas a tener problemas con la dejada. Tengo la impresión que sólo se necesita fuerza de voluntad (al menos, así es como yo dejé de fumar), y creo que tu tienes la necesaria. :)

Mauricio Angulo S. dijo...

Muchas gracias por las porras, mi estimado Chili. Yo todavia te conoci cuando era una adicto al tabaco hace dos años y tambien me tocó cuando lo dejaste. Espero poder seguir tus pasos en la rehabilitación pulmonar.

Mientras, estoy seguro que voy a estar histérico las próximas dos semanas en lo que me desintoxico...

Mytho dijo...

Pues suerte con eso de la dejade de fumar, yo por el contrario no lo dejo. Nadie me garantiza que mañana mismo un aerolito me caiga o no en la cabeza, o que pasado mañana mi agujero negro domesticado se vuelva loko y termine engullido en una singularidad (estaré posteando desde el horizonte de los eventos)

Así que no me asustan las consecuencias,,, (salvo que olvide las tablitas de listerine portatil cuando voy a ver a mi brujer)

Mauricio Angulo S. dijo...

Herr Romero: recordaré con cariño todas las cajetillas que dejaron este mundo mientras haciamos el sitio de Animekai... ¡ah, que días aquellos!

JC: Lamento enormemente que tu hermano sufra de un vicio que no puede dejar... precisamente el chiste del vicio es que uno lo pueda dejar cuando uno lo desee, y no alrevés. Lo único que puedo atinar a aconsejarte (como ex vicioso) es que no lo mortifiques si fuma a escondidas. El vicio es suficientemente horrible como para agregarle un complejo de culpa.

¡Saludos!