martes, abril 25, 2006

Huecos legales y responsabilidad moral

Muchas personas son firmes creyentes de que "las reglas fueron creadas para romperse" y en muchos sentidos tienen razón: la innovación y el pensamiento lateral son herramientas muy útiles cuando se trata de crear formas nuevas de hacer o de ver las cosas que se creen firmemente establecidas. Pero cuando las personas toman el significado de esta frase literalmente entonces es cuando hay problemas...

Es muy referido el caso -especialmente en cine- de abogados tratando de zafar a sus clientes de problemas legales utilizando huecos en la legislación -en el artículo "In Praise of the Loophole" de Matthew Baldwin se mencionan un par de estos casos- ya que la jurisprudencia es muy apegada a las letras: si no esta escrito entonces no está prohibido y no son pocos quienes sacar ventaja de estos huecos.

En la Ciudad de México, por ejemplo, recientemente se instalaron cámaras con radares que fotografian las placas de los coches que exceden los límites de velocidad para después enviarles la respectiva multa, no importando quien maneje el coche o si no hay un policía de tránsito cerca.

A los pocos días salió el remedio: la compañía PhantomPlate esta ofreciendo a la venta Photoblocker, latas en aerosol que impiden que las cámaras fotografíen las placas de los coches y así evitando las multas. En su sitio web, Phantomplate asegura que su producto es 100% legal, y aquí es donde se ponen espesas las cosas. ¿Es legal porque no hay legislación al respecto? Un claro ejemplo del uso de los huecos para sacar dinero.


Lata de Photoblocker


¿Quién se beneficia? Los radares se instalaron en principio para evitar que se excedan impunemente los límites de velocidad y por lo tanto el riesgo de accidentes graves de tránsito. El dinero de las multas -en teoría- es dinero para la ciudad. Los radares crean consciencia en los automovilistas de respetar los límites de tránsito y es parte del fomento de una cultura de manejo, que buena falta hace en el D.F.

Por otro lado, Photobloquer es un producto diseñado y promovido con el propósito único de burlar estas cámaras, que si pensamos que las cámaras fueron colocadas para reforzar la ley, entonces por definición es un producto que sirve para romper la ley. Pocas cosas podrían ser más ilegales, pero si no hay leyes claras al respecto -y pasará tiempo para que la haya, dado el estado de nuestro deplorable órgano legislativo- y mientras Phantomplate se embolsa $400 pesos (como $35 USD) por lata.

Los sprays bloqueadores de cámaras han sido declarados ilegales en algunos estados en Norteamérica y hay quien declara que el producto sencillamente no funciona (¿PhantomPlate dará garantía si uno recibe un multa? Mmm...) esto no ha impedido que la venta de estas latas sea un negociazo alrededor del mundo.

Google, por ejemplo, no permite que en su programa de publicidad se anuncien este tipo de productos en su programa de publicidad AdWords ya que van en contra de sus políticas, de la misma forma que no anuncia curas milagrosas. Tal vez la ley no diga nada al respecto, pero los dueños de Phantomplate no pueden exigir a Google que anuncie su producto y de esa forma estamos viendo algo de responsabilidad moral al respecto. Cada quien su consciencia.

5 comentarios:

Alberto Calvo dijo...

Coincido casi en todos los puntos con Codehead. Los límites de velocidad que ha fijado la Secretaría de Seguridad Pública son ridículos, así como las declaraciones de Alejandro Encinas o Joel Ortega en relación a que había casos de automovilistas circulando a más de 200 km/h en vialidades como Insurgentes y Periférico. Y en cuanto a los clubes de "arrancones" y "carreritas", estos aún existen. Nada más dense una vuelta por Río Churubusco o el eje 6 sur a eso de las dos de la mañana...

Chingasatt dijo...

Yo solo quiere comentar que a Mauricio se le fue mal escrito un link a la pagina de Chilanga Banda. Tecleo http://www.chilangabanda.com>/a y pues cuando la raza da clic, el target no sale correcto y marca que el url no lo encuentra. Por lo demas coincido con lo posteado

Mauricio Angulo S. dijo...

Codehead y Beto: coincido con ustedes sobre lo pésimamente mal que están diseñadas las leyes de tránsito en la ciudad de México (en todo México para el caso) y es un caso claro de dejar que la ley se "encargue" de decirnos que hacer... para después hacer lo que nos da la gana.

Finalmente mi punto sobre los sprays es que son un excelente ejemplo de aquel cínico dicho popular que reza que "el que no tranza no avanza" y que personalmente (y sin ganas de darme baños de pureza) me parece indignante. Agradezco mucho sus comentarios!

Chingasatt: fue error mio y ya esta corregida la liga a ChilangaBanda. ¡Gracias por indicarmelo!

Anónimo dijo...

Ay pero por supuesto que el problema no es la velocidad, vean países como Alemania donde no hay límites de velocidad, y el índice de accidentes es de los más bajos. ¿Por qué? porque tienen una cultura y buena educación al conducir, respeto y tolerancia. Aquí en México, muy pocos la tienen y son conscientes. No saben entrar a las glorietas (nunca saben que los que van dentro tienen la preferenica de paso, al contrario, siempre los que van dentro se tienen que frenar, el colmo). Intenten hacer eso en provincia y verán como les chocan, jajaja. También nunca falta el que va en el carril de alta y le pides el paso y se frena para fregarte, y digo, se amarra. Estos conductores son los que causan que otros vayan en zig-zag, y eso sí es peligroso. Si respetaran que hay gente que quiere ir más rápido y los dejaran pasar....
Claro, hay límites, y no se trata de correr por correr. Hay que saber hacerlo, y determinar si es prudente dadas las circunstancias (condiciones de tráfico en el momento, lugar, etc).
Creo que en lugar de multas por velocidad, hay que acabar con el problema de raíz: Educación Vial. Mejor enseñen a la gente a manejar y a RESPETAR.

Mauricio Angulo S. dijo...

Totalmente de acuerdo. Tristemente el modelo de castigo/castigo de las autoridades no promueve este tipo de enseñanzas. El respeto se aprende en casa, en la escuela, en el trabajo y con la familia y los amigos, no platicando con los tránsitos.

En fin, uno a la vez por lo pronto.