martes, diciembre 12, 2006

Conocimiento, dependencia y control

Hace ya algunos años -cuando iba todavía a la secundaria- le pedí a mi madre que me enseñara a coser botones. En la escuela a la que yo iba el uniforme debía por necesidad estar pulcro y completo, pero a la hora de jugar basket los botones de la camisa siempre salían volando y nunca fue divertido estar dándole explicaciones a las prefectas.

El caso es que mi madre me contestó: "No te preocupes. Si necesitas cocer algo yo lo hago por tí". No era la respuesta que yo esperaba pero por lo pronto (más una vuelta a comprar más camisas blancas) era suficiente.

Algunos meses después que le pedí a mi madre que cociera unos parches de Metallica en mi mochila me dijo: "¡uy, no, esos están muy feos! Mejor no le pongas nada". Al final tuve que esperar hasta que encontré a alguien que quisiera ponerle los parches a mi mochila y tuve que pagarle con mi dinero.

Esta pequeña anécdota (true history, swear to God) sirve para ilustrar el concepto del control basado en la ignorancia ajena. Mientras tengamos alguien que nos resuelva nuestros problemas -cualquiera que este o estos sean- todo está bien, y lo más cómodo es deslindarnos del tedio de esos problemas a los que alguien más les dará solución; pero ¿qué pasa cuándo solo somos nosotros contra algo que sabemos o podemos hacer?

De este tipo de situaciones hay montones de ejemplos: todas esas mujeres que nunca se preocuparon por aprender a cambiar llantas hasta que se quedaron solas, todos los hombres que nunca les importó aprender a cocinar o a usar la lavadora, hasta otros más graves, como conocer el procedimiento para hacer declaraciones de impuestos, respaldar nuestros correos o reinstalar el sistema operativo de la PC. Lo peor de todo el asunto es que la principal razón para no querer aprender a hacer algo es la flojera. No hay más.

Desde entonces tengo como regla personal que a) nunca pidas que alguien haga algo que no puedas hacer y b) si no sabes hacerlo, aprende, por lo menos los básicos. Recuerda c) desconfiar de aquellos que te prometan solucionarte la vida, siempre pueden volverte la espalda o peor aún, puedes volverte dependiente de ellos.

En caso que se lo estén preguntando, eventualmente aprendí a coser botones a las camisas, a planchar y a cocinar, aunque admito que sigo batallando con el centro de lavado...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

TE QUEJAS DEL CENTRO DE LAVADO? Y ESO QUE AHORA SOLO CON UN DEDO HACES TODO IMAGINATE CUANDO EL CENTRO DE LAVADO ERA LA PIEDRA EN RIO. CIERTAMENTE LA FLOJERA ES LA PRINCIPAL CAUSA DE QUE NO APRENDAMOS A HACER LAS COSAS PERO MAS QUE LA FLOJERA ES QUE NO QUEREMOS HACERLAS. POR QUE HACERLAS SI HAY QUIEN LAS PUEDE HACER POR NOSOTROS? QUE TRISTE LA VIDA DE ESTAS PERSONAS QUE HACEN QUE OTROS HAGAN LO QUE ELLOS MISMOS PUEDEN HACER. O NO? O SERA MAS BIEN, MUCHA LANA? POR LA PARTE DE QUE TU MADRE NO TE ENSEÑO A COSER UN CHE BOTON, PUES DEJAME DECIRTE QUE POR CULPA DE MADRES COMO LA TUYA HAY TANTO MACHITO E INUTIL EN ESTE MEXICO NUESTRO (QUE SEGUN VEO ESE NO ES TU CASO) PERO SI COMO MADRES DESDE UN PRINCIPIO ENSEÑAMOS A NUESTRO PEQUEÑOS RETOÑOS A HACER LAS COSAS Y A VALERSE POR SI MISMOS OTRO CANTAR SERÁ. COMO EJEMPLO, AYER NO FUI A COMER PORQUE MI JEFA PREOCUPADA POR SU BEBE DE 15 AÑOS NO QUERIA QUE TOMARA UN TAXI Y AHI ME TIENEN DE CHOFER BUSCANDO AL ESCUINCLE Y LLEVANDOLO A 15 MINUTOS DE SU CASA, 15 NO MAS. Y SI NOSOTRAS LAS MUJERES NOS QUITAMOS DE LA CABEZA LA ETIQUETA QUE HAN PUESTO LOS HOMBRES EN NOSOTRAS DE "ESTO NO ES TRABAJO PA´VIEJAS" Y LOS TIRAMOS DE A LOCOS, CREANME QUE NO ES NADA DIFICIL CAMBIAR UNA LLANTA (Y CONSTE QUE APRENDI NO POR ESTAR SOLA COMO LO MENCIONAS, SI NO PRECISAMENTE PARA NO DEPENDER DE NADIE)NI AGARRAR UN TALADRO Y HACER UN MISERO AGUJERO EN LA PARED PARA PONER UNA REPISA. Y HOMBRES AGARRAR UNA PLANCHA NO LES QUITA MAS QUE LAS ARRUGAS DE SU PRENDA, SU VIRILIDAD SALE INTACTA AL MENOS QUE SI SEAN MEDIO GÜEYES Y SE LA QUEMEN. PERO BUENO, NO LE HECHEMOS LA CULPA A LA FLOJERA SI NO A NUESTRA FALTA DE VOLUNTAD, QUE DE EXCUSAS ESTA LLENO EL REINO DEL SEÑOR.
Tanya.

Anónimo dijo...

Hmmm pos mi mà me enseñó a coser, planchar, lavar trastes y ropa, ademas de cocinar y cantar ópera clásica (ok, ok eso último no es cierto, pero lo demás si).

Decía que era mi preparación para hacerme un completo mandilón, lo cierto es que se negaba rotundamente a servir a gente guevas como yo :-D.

En la actualidad hago casi todo eso, excepto lavar y cocinar, y no es porque no quiera, sino que no tengo tiempo!

P.S. Según yo no pudo hacerme mandilón, pero te dejo barata la lavada de ropa :-D

Gerardo P. Taber dijo...

Es muy cierto, desgraciadamente la nueva cultura yuppie cada vez fomenta más esta visión del mundo con argumentos de…ya no sirve? tiralo, para que lo arreglas?, “..no sabes que mal que te haces al tratar de hacer algo que no sabes…”,”Se descompuso? Por que lo quieres arreglar?. Si bien estaría cañón que cada persona supiera hacer todo. Para poder vivir en sociedad hay que saber valerse, por lo menos en lo básico; cosa que muchas veces no se fomenta desde la casa y por eso ocurren episodios como los que comentas. En mi caso yo me se cocinar, limpiar, barrer, lavar la ropa, arreglar tuberías, arreglar cableado eléctrico, construir aunque sea un pequeño muro, hacer piezas de cerámica, macramé, filigrana y toda la bola de “puterias” que me han ayudado más de una vez a salir adelante en la vida. Cuando estas perdido en medio de la selva, si no sabes por lo menos los medios básicos de supervivencia a quien le vas pagar para que te lave la ropa ¿a las serpientes o a un jaguar quizá?. Quisiera ver a uno de los que pregonan la cultura yuppie-light-no-se-hacer-esto en una situación de esta índole.

P.D. Oooucchhh me dolió la pedrada del sistema operativo de la PC…Ok, ok, ya lo hemos hecho varias veces y nada más no aprendo como. En serio no es por huevas, lo que pasa es que como que no se me da luego muy bien lo de la informática…lo mi lo mío son las piedras viejas.

Mauricio Angulo S. dijo...

Hola de nuevo Tanya. Nah, no es queja sobre el centro de lavado, sencillamente no le he agarrado el modo y me cosa echar a perder mi ropa! Fuera de eso...

Y tienes razón: las madres sobreprotectoras generan hijos machistas. Yo solo soy cínico ;-)

Ah, Esparta, ser mandilón no es tan malo cuando tienes ropa limpia y comida caliente! Yo mismo tengo mi mandil de 'Kiss the cheff'

Mi estimado Dr. Jones, el asunto es llegar a un punto de equilibrio entre conocimiento y necesidad, de un lado uno se vuelve un inútil y del otro uno corre el riesgo de volverse un pato. Por mi parte admito que no se un carajo de plomería, la verdad porque no me interesa en lo más mínimo, pero cada vez que viene el plomero le pregunto por cada cosa que hace o pone y el -pacientemente- me platica todo el asunto.

Tu dedicate a las piedras y yo te echo la mano con tu compu.

Nos seguimos leyendo.