lunes, febrero 20, 2006

El perfeccionismo como defecto

Hace algún tiempo al entrar a trabajar a una empresa me hicieron un examen psicométrico, y tiempo después -ya trabajando para esta empresa- por alguna razón los resultados del examen cayeron en mis manos. De entre las notas del reclutador había una indicando que yo era -soy- una persona "muy perfeccionista y obsesionado con el detalle, y muy exigente conmigo mismo y m i equipo de trabajo", y más adelante indicaba que "a mediano o largo plazo esto podía llegar a convertirse en un problema".

Realmente me quede perplejo al leer esto. Cuando uno va a una entrevista de trabajo y nos preguntan aquello de "menciona tres defectos de tu personalidad" uno casi siempre contesta con aquello de "soy perfeccionista, exigente y muy detallista" esperando que realmente no vean estas como auténticas fallas de caracter, sino como ventajas disfrazadas de defectos.

Al parecer, por lo menos en mi caso, estas sí son defectos graves de caracter (aunque de todas formas me contrataron). Pero, ¿cómo es que ser perfeccionista es malo?

Desde entonces he cavilado mucho sobre este punto, y he descubierto que ser perfeccionista a la mala significa que uno invierte mucho tiempo y energía en el trabajo, y a veces más de la necesaria. Tal vez para uno eso no sea un problema pero si lo es para la empresa, ya que ese tiempo le cuesta en dinero y recursos, y cuando uno exige demasiado de un equipo de trabajo estos pueden llegar, en los mejores casos, a agobiarse y a sentirse poco eficientes; en los peores casos se sientes frustrados y explotados. Para una persona detallista -más-allá-de-lo-sano cualquier situación se vuelve una carga de stress y cualquier proyecto se vuelve una competencia en la que hay que ganar a como dé lugar. Menciono esto porque he vivido todas estas etapas en uno u otro momento de mi vida.

Afortunadamente para mí soy consciente de dónde vienen estos complejos y al entenderlos puedo enfrentarlos y deshacerme de ellos. Estos días ya soy más tolerante hacia mi mismo y hacia los demás y aunque sigo siendo maniáticamente detallista ya no sufro ni me acongojo si las cosas no salen exactamente como yo quería.

No hay comentarios.: