lunes, marzo 20, 2006

Comer y votar

Imagina la siguiente situación: un día vas a comer un restaurante, es la hora de comer y realmente tienes hambre. No digo que estes a punto de morir por falta de alimento pero si tienes el hambre normal de haber desayunado temprano. Llegas al restaurante, te sientas en tu mesa, el mesero te entrega la carta y después de echarle un vistazo decides que nada de lo que hay es de tu agrado.

¿Cuál de las siguientes cosas harías? ¿Pedir algo, sencillamente por que ya estas ahi y te da flojera pedir lo que sea aunque sepas que no va a ser de tu agrado o dejar la carta e irte a otro restaurante donde sea posible que encuentres algo más de acuerdo a tus gustos?

Con la primera opción puede ser que pidas algo y después de un par de bocados dejes el plato donde está y casi sin probarlo tengas que pagarlo completo y aún seguir con hambre el resto del día. Con la segunda opción tal vez tengas hambre un poco más, pero es posible que encuentres algo mejor en otra parte, muchas veces en lugares nuevos y desconocidos.

Con las votaciones es algo similar: he escuchado mucho en las últimas semanas de diferentes personas las frases 'hay que votar por el menos peor' o 'no hay que tirar el voto a la basura dándoselo a alguien que sabes que no va a ganar', cuando realmente creo que votar por el ùltimo recurso es una opción patética y triste. Un pueblo -cualquier pueblo- debería tener derecho a buenos candidatos. En el caso de México en que próximamente habrá elecciones presidenciales es triste que los tres candidatos más fuertes sean candidatos tan criticados y con posturas tan frágiles que no ofrecen ninguna opción ni plan de trabajo real, pero que por el hecho de que sean los únicos candidatos viables sean los únicos por lo que se pueda votar.

Ojo, no estoy diciendo que el abstencionismo sea una buena opción tampoco, todos hemos visto donde a colocado el abstencionismo a México. Lo que me parece aberrante es que no haya forma de mostrar esa inconformidad por la falta de mejores prospectos a dirigir nuestro país.

Vamos, yo no voy a juzgar ni a criticar a nadie por escoger cualquiera de las dos opciones: es un país libre, ¿o no? Pero recordemos que en una situación adversa siempre hay una tercera opción: Votar por Nadie.

1 comentario:

Taker dijo...

ES QUE HEMOS LLEGADO AL PUNTO DE PREGUNTARNOS SI EN VERDAD VALE LA PENA VOTAR O NO.

EN ESE RESTAURANT SIRVEN PURA BASURA Y SEA CUAL SEA EL PLATILLO QUE ESCOGAMOS SABRA EXACTAMENTE IGUAL O SERA LO MISMO QUE LOS DEMAS.

MEJOR ME QUEDO CON HAMBRE TODO EL DIA