- Estupidez: la apatía y la falta de interés para desarrollar consciencia sobre uno mismo y el entorno que nos rodea es una clara señal de estupidez. No darse cuenta de lo que pasa en la sociedad, el mundo y peor aún, no interesarse por estas cuestiones es una característica clara de las personas estúpidas.
- Deshonestidad: una persona tan cerrada a lo que pasa en el mundo definitivamente no es honesta ni respecto a sí misma ni con los demás. Esta falta de honestidad deriva en frases como "el que no tranza no avanza" y "aqui nomás mis chicharrones truenan" coronadas con aires de superioridad que son tan falsos como un billete de 3 pesos. La realidad es muy fea, y la mejor forma de evadirla es con la mentira.
- Miedo: lo peor es que aunque una persona deshonesta se sabe deshonesta, hará lo imposible para que otros lo crean honesto, como si esta validación cambiara las cosas. Este miedo a aceptar lo que pasa hace que un estúpido se refugie en su pequeño y ridículo mundo donde sus fantasías tan o más válidas que la verdad, que por lo general se queda afuera, cerrando el ciclo de la estupidez.
Por supuesto, es claro que para salir de este círculo vicioso hay que aplicar los elementos contrarios: hay que tener la inteligencia para interesarse por el mundo, hay que ser honestos sobre lo que pasa y hay que tener el valor para aceptar esta realidad. Entre más descubramos de más aceptaremos, y creceremos como personas, como seres humanos y como sociedad.
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