martes, abril 26, 2005

Esas preguntas tontas

Hace algunos años un chavo envió una pregunta a un foro de Linux preguntando como podía instalar el sistema operativo en su computadora sin tener un teclado o mouse conectado. Al parecer su servidor era un equipo muy particular y no podía reemplazar su teclado dañado fácilmente.

La pregunta levantó en general una avalancha de correos con burlas, sarcasmos y mensajes del tipo "no preguntes idioteces" y "cualquiera sabe que eso no se puede", basándose en que generalmente una computadora no responde si no tiene al menos un teclado conectado.

Las risas duraron un buen rato, hasta que uno de los gurús del foro contestó lenta y pausadamente, que había una forma para instalar y configurar Linux utilizando una terminal remota, o sea, el teclado y mouse de otra máquina. Y remató diciendo "que todas las personas que se burlaron de la pregunta deberían sentir vergüenza por desdeñar una pregunta considerándola tonta, cuando en realidad era una cuestión muy interesante".

Un caso asilado, pero que se repite diariamente en muchos ámbitos y situaciones todos los días.

Aparentemente esto tiene que ver con la educación que recibimos desde pequeños: el esquema de enseñanza está basado en tres dogmas: a) los alumnos no saben nada, por eso van a la escuela a aprender; b) el maestro lo sabe todo, por eso va a la escuela a enseñar; y c) el alumno que tiene dudas es porque no estudia o no entiende, lo que lo convierte en tonto y mal estudiante.

En este esquema la curiosidad se limita a hojear los libros de texto por adelantado y todo alumno que haga una pregunta se pone en la línea para recibir sus hipotéticas orejas de burro. Los alumnos que se atreven a discutir o a refutar lo que el maestro enseña se les etiqueta como 'problemáticos' o 'hiperactivos', o en la nueva cultura ortoréxica del siglo XXI les cuelgan frases como 'sufre de sindróme de falta de atención' y en los peores casos los llegan a medicar o los expulsan de las escuelas.

De esta forma se reprime la curiosidad y el derecho a réplica, y tras años de repetición diaria de este esquema de conducta los niños se convierten en adultos dóciles y manejables que prefieren guardar silencio a preguntar una burrada, y cuando alguno lo hace se hace víctima automática de las burlas de sus compañeros.

En mi opinión, no existen las preguntas tontas. Toda pregunta que busque aumentar el conocimiento es una pregunta que merece tanto ser formulada como contestada, y debatida hasta que se encuentre una respuesta que satisfaga a todos. La inquietud y la duda son las bases del pensamiento crítico y de la investigación en cualquier tema. Quedarse con la duda o contestar algo que no se sabe por cierto es la peor tontería que alguien puede hacer.

No hay que sofocar las preguntas: así como es cierto que nadie nace sabiendo, también es cierto que la mejor forma de aprender es preguntando.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante post Fate y muy cierto, ese paradigma nos tiene maniatados.

Saludos.

Tux Dragon dijo...

Si, desaforyunadamente es algo que se inculca desde pequeños, a veces somos tan cuadrados que esas preguntas que a veces no consideramos con importancia son las que mas peso tienen

Un saludote Fate!!!

Gerardo P. Taber dijo...

exactamente, si no conoces de algo...cual es la mejor manera de informarte? pues preguntando, no importa que tan "tonta" pienses que es tu pregunta; en esta época donde existen miles de de personas "cultas" por que ven los tips de vida Tv y se creen las capsulas informativas de otro rollo se considera pecado no tener conocimiento,pues en la época del "internee" ya no se nesecita ir a a la biblioteca "¿pa que? si todo lo tienes al alcance de tu mano mijo", pero lo que si nesecitas es criterio y humildad para aceptar y decir la temida frase mata egos "no lo se", en ese momento es donde empieza el verdadero conocimiento. CuasiKantiano no?.

P.d como veran ya tengo mi blog ahi se me quieren escribir son bienvenidos