miércoles, septiembre 14, 2005

La aldea global

La primera vez que entré a Internet fue en esa época oscura y semi-primitiva (comparándola con el Internet de estos días) en la que había que conectarse por consola de texto y navegar por línea de comandos. En esos días la atracción principal -y así me quisieron vender- eran los chats del mIRC, donde era posible conocer y platicar con personas de otros países.

En mi caso, y como he comentado antes, la computadora siempre ha sido para mi primariamente una herramienta de trabajo, y platicar con alguien mientras programo no es algo que me llamara entonces la atención.

Ya algunos años después, caí en cuenta de que el mayor valor del Internet radica no en su simplicidad o en su tecnología, sino en la posibilidad de conectar y comunicar ideas y gente con pensamientos, ideas e inquietudes afines. Desde simples foros, chats, blogs o servicios de mensajería instantánea (como Gaim o Google Talk) hasta servicios de redes sociales (como Orkut o Hi5), el poder pertenecer a una o varias comunidades virtuales abre la puerta a conocer más allá de nuestro entorno y crear lazos reales con personas reales a kilómetros de distancia. En un entorno como este, es lógico pensar que las ideas comunes crecerán y se esparcirán, como predijo Eric S. Raymond en "La Catedral y el Bazar".

Estos días he repensado mi actitud hacia estos servicios, y puedo decir que he conocido a grandes amigos en todas partes del mundo gracias a ellos. La comunicación nunca había sido tan importante para el avance de la sociedad.

Por cierto, si a alguien le interesa contactarme vía Google Talk puede hacerlo en mi dirección de correo de GMail, o con la misma dirección puede encontrarme en Hi5.com. Para los que deseen una invitación a Orkut o a GMail solo tienen que pedirmela. ¡Todo parte del servicio a la comunidad!

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