Hace poco más de un año recibí una invitación para participar como ponente en un evento de divulgación de Software Libre. Al final del evento un par de chavos* se me acercaron y me mostraron un demo de un sistema que estaban desarrollando para e-Learning que deseaban comercializar pero que no tenían mucha idea al respecto y querían que yo los asesorara al respecto.
No es que yo sea un gurú en negocios de tecnología, pero tengo algo de experiencia en el medio y conozco muy bien los modelos y filosofía alrededor del desarrollo con código abierto, así es que acepté en ayudarlos y asesorarlos en la medida que me fuera posible y sin ningún cargo extra. Como he comentado antes, me encanta la creatividad y la gente creativa.
Una semana después nos reunimos para evaluar las posibilidades del producto, sus espectativas y experiencias, para evaluar el resto de las funcionalidades de su sistema. Estos chavos llegaron casi una hora tarde a la cita y llegaron sin laptop, carpeta, propuesta o presentación: solo ellos y su alma. Inmediatamente me empezaron a contar sobre las 'bondades' de su desarrollo, los enormes planes que tenían para el mismo cuando empezaran a capitalizarse y enseguida empezaron a contarme las 'horribles' experiencias que habían tenido cuando intentaron venderle su sistema a escuelas de alto nivel como el Tec de Monterrey, la Ibero y otras por el estilo, denunciándolas como 'elitistas y explotadoras'.
Pero yo seguía sin ver nada en concreto. Cuando les solicité más información sobre la funcionalidad del sistema, proyecciones, un plan de trabajo o algo similar me salieron con que "no podemos mostrarte nada porque puedes robarte nuestras ideas y cómo eres programador te vayas a piratear nuestro producto".
Me quedé estupefacto. ¿Que clase de ayuda querían entonces? Les contesté que yo no podía promover algo que apenas había visto, que nunca había probado y que ni siquiera estaba terminado. Caramba, no les estaba pidiendo su código fuente -aunque según ellos querían moverlo en un esquema 'libre'-, sino únicamente especificaciones claras y conscisas del desarrollo. Su respuesta fué "lo sentimos pero no te conocemos lo suficiente ni te tenemos confianza para entregarte más datos".
En ese momento hice lo único que podía hacer: levantarme sin decir una palabra y retirarme. A la fecha sigo sin entender que clase de ayuda esperaban de mí, o siquiera como esperaban que los ayudara si no querían mostrarme su desarrollo o datos duros del mismo.
No he sabido nada de ellos desde entonces, y tampoco he visto noticias ni comentarios sobre su desarrollo, así que no creo que su 'negocio' haya prosperado como ellos esperaban. Una verdadera lástima, pero mientras haya personas que crean que así se hace un negocio, será difícil que alguno de ellos pueda tener algo que se parezca al éxito.
* (He omitido deliberadamente los nombres y datos de los involucrados).
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