martes, noviembre 29, 2005

El complejo de Caín

Uno de esos comportamientos repetitivos que uno ve una y otra vez con el paso del tiempo es aquel donde uno conoce dos buenos amigos de mucho tiempo y que siempre se apoyan, se ayudan y juran al mundo que están mas unidos que si fueran hermanos, sólo para descubrir mas tarde que uno de ellos siente una enorme envidia que raya en resentimiento hacia el otro y por cualquier razón: porque el otro es mas cool, mas inteligente, mas simpatico, mas geek, mas nerd, mas exitoso o porque tiene mas suerte con las chavas. Lo peor de todo es que ese resentimiento nunca es expresado (ni canalizado apropiamente) y poco a poco se va conviertiendo en rencor y mas tarde en odio (yup, odio), y pronto el unico objetivo en el mundo de una persona asi es destruir, humillar y sobrepasar al amigo que muchas veces es totalmente ignorante de la situación.

Sin dármelas de psicólogo, yo llamo a este comportamiento 'El Complejo de Caín', por obvias razones.

Desgraciadamente esta es una situación que me ha tocado ver muchas veces e incluso vivir en carne propia. ¿Qué puede orillar a un amigo tan querido y cercano a convertirse en nuestro peor enemigo?

En una sociedad como en la que vivimos se nos enseña a competir desde pequeños contra propios y extraños, y se nos condiciona a que sólo hay un primer lugar y a que los demás son para los perdedores y los tontos. En muchos casos se nos ensena que para ganar se vale jugar sucio y mientras nadie se de cuenta es perfectamente válido hacerlo, por lo tanto, 'convencer' a alguien a que nos ayude a llegar al primer lugar para despues botarlo no suena tan horrible cuando, como dicen, 'ganar es lo unico que importa'.

Además, muchas personas se compran aquello de que 'la vida no es justa' y aborrecen a aquellos que tienen algún talento o habilidad natural que ellos querrían tener: ser más alto, poder comer sin engordar, ser buenos en los negocios, o sencillamente tener 'buena suerte'.

Al pensar un poco sobre este asunto, no tardo en recordar como acabó la historia de Caín y Abel y que la moraleja al final es que realmente nadie gana: Abel se queda muerto y Caín cae en desgracia y es marcado por Jehova y despreciado por su familia. En una situación de amistad, asociación, trabajo o cualquier otra debemos darle su justo valor a la confianza que se deposita en nosotros y a detectar a ese Caín que puede estar escondido detrás de una sonrisa falsa.

Debemos recordar que la confianza es como la inocencia: una vez perdida, es imposible recuperarla.

6 comentarios:

Lorem Ipsum dijo...

Pues mira que no andabas tan errado, Mau; pásate por este Diccionario de Complejos. En lo personal, me parece que, si bien nuestra sociedad tiende a malformarnos, cada día son más las voces, como la tuya, que nos ponen sobre aviso, de tal suerte que podemos remediar. Un abrazo.

TOMCODY75 dijo...

POR ALLI LEI LA FRASE:

"MAS VALE SER SER ODIADO POR LO QUE ERES, QUE SER AMADO POR LO QUE NO ERES"

ASI QUE NO ME ODIES POR SER BONITO...

JEJEJE

A PROPOSITO, EL BLOG OFICIAL DE ESTA NAVIDAD ES "SACRED SCROLLS". ESTA NAVIDORGASMICO!!!

(cebollazo ante todo, gracias)

Mytho dijo...

La competencia está profundamente arraigada en nuestro ser. Total y absolutamente inamovible, es parte de un mecanismo evolutivo que ha sido probado y comprobado a lo largo de la historia de la vida en nuestro planeta. ¿Por qué una marrana, tiene menos glándolas mamarias que número de vástagos? ¿No es una injusticia que mientras algunos se fortalecen al lograr conquistar el alimento diario, otros miembros de la camada se van deilitando hasta morir por debilidad? ¿Por qué no tener menos número de "hijos"? No es un rasgo netamente humano. Es parte de un mecanismo que ha perdurado por millones de años donde solo los más aptos logran sobreponerse ante sus posibles competidores.

Con esto no justifico por supuesto, todo tipo de casos, donde hasta la traición está permitida ni mucho menos. Solamente pienso que el condicionamiento no es tanto condicionamiento sino una respuesta desde nuestro pasado arboreo donde la respuesta a la competición data desde los machos alfa y se retrotrae mucho más allá que simplemente un "hijo, tienes que ser el mejor en futbol"

Saludos Herr doctor. Gusto de verle nuevamente ;)

Santiago dijo...

Y yo me pregunto, que desencadenó ese tren de pensamientos Fate?

Mauricio Angulo S. dijo...

Bueno, Santiago, es un poco el asunto de la Navidad, me pone a reflexionar y a hacer 'recuento de daños' para no caer en las mismas trampas en los siguientes años. Y a veces funciona!

Gracias a todos por sus comentarios, compadres. No seguimos leyendo.

Santiago dijo...

Recuerda Fate, la navidad es la época de golpear a los gordos vestidos de Santa (y especialmente a los enanitos disfrazados de duendes).

MUA JA JA JA JA JA!!!

Errrr... no me sale el espíritu del villano reventón...

Entonces,

MERRY CHRISTMAS!