Como parte de mi ciclo de ocio, me puse a desempolvar algunos VHS que hacía tiempo no veía y me encontré con la infame colección de Las Aventuras del Joven Indiana Jones, una serie de televisión que pretendía contar las peripecias del famoso arqueólogo antes de que fuera famoso (o arqueólogo, para el caso).
Pero los méritos de la serie son una cuestión para otro día. Hoy quiero escribir algo que me llamó la atención de la serie. En cada episodio, Indiana se topa o conoce a algún personaje célebre de la historia del siglo XX: Vladimir Lennin, Ernest Hemingway, Pablo Picasso, Carl Jung, Theodore Roosevelt, Albert Schweitzer y muchos, muchos más, aunque lo curioso de todo esto es que Indy los conoce antes de que sean famosos y su trato hacia ellos es muchas veces jovial y desenfadado, porque, por supuesto, ninguno de ellos ha cambiado al mundo todavía.
El caso es que seguramente estamos rodeados o hemos tenido contacto con personas que con toda seguridad harán grandes obras e impactarán al mundo y a la historia de alguna forma, aunque ni siquiera ellos lo saben todavía. ¿No es increíble pensar que aquel tipo al que le copiabamos en los exámenes de historia, la niña a la que le jalabamos las trenzas o incluso el fulano que nos caía gordo por fresa puedan llegar a ser grandes personajes del siglo XXI?
O mejor aún, ¿qué tal que nosotros mismos estamos destinados a cosas más grandes, y todavía no nos enteramos? El potencial para marcar la diferencia está en nosotros mismos, con cada cosa que hacemos, que decimos, que pensamos, y aunque muchas veces no nos damos cuenta, nuestras acciones impactan a más personas de las que nos imaginamos.
Vamos, no es la fama, el éxito o la gloria lo que importan, sino poder realmente marcar una diferencia y haber estado ahí para poder contarlo después.
2 comentarios:
Nunca mejor dicho.
Una excelente reflexión.
Saludos.
Bueno, en la serie Quantum Leap también se hacía algo similar; pero con personajes de la cultura pop estadounidense. Recuerdo cuando Sam Becket conoce a Michael Jackson y le enseña su famoso pasito de reversa. ;)
Por otro lado, creo que cada vez es menos plausible que se conozca a los héroes de nuestro tiempo. Hay tantos y en tantos terrenos que es difícil darles el crédito correspondiente. Salud.
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