martes, octubre 11, 2005

¿Qué le estamos enseñando a nuestros hijos?

En más de una ocasión -y estoy positivamente seguro de no haber sido el único- he tenido oportunidad de ver en televisión o en cine los anuncios en contra de la adquisición de material cinematográfico o musical pirata cuya campaña lleva el eslogan "¿qué le estas enseñando a tus hijos?" promovida por la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica.

El tiempo que pasé viendo estos comerciales son bellos y preciosos segundos que no recuperaré nunca.

En serio: ¿cómo se pueden siquiera promover este tipo de campañas moralistas en un país como México en que la corrupción a cualquier nivel es evidente hasta el descaro? Tal vez debamos preguntarnos quién se beneficia al promover este tipo de mensajes, y las primeras que aparecen son las disqueras.

Desgraciadamente la industria de la piratería existe porque hay necesidad de ella. Los cineastas, músicos y artístas son los menos afectados por la promoción de su material -sobre todo si creemos en los nuevos modelos de negocio como Creative Commons o el Software Libre-, y son los intermediarios los que encarecen la cultura al pasarla de mano en mano añadiéndole precios y tarifas extras por conceptos de distribución, manejo, promoción, representación, exhibición entre otros más pero sin darle ningún valor extra al material.

En esta nueva era de información libre la gente -TODA la gente- está ávida de cultura, y la conseguirán de la mejor forma que puedan, y la razón está clara: ¿por qué pagar $450 pesos por un CD de música si puedo tenerlo por $10 pesos? ¿O mejor aún, gratis si lo copio de otro original o lo descargo de Internet?

El punto que me molesta de este asunto es que esta campaña intenta hacer sentir culpables a las personas que consumen productos piratas de la misma forma que si estuvieran cometiendo un delito grave, y en el proceso hacen a sus hijos criminales y cómplices. Lo peor de todo es que conozco a muchas personas con hijos que han mordido el anzuelo.

Tal vez a las disqueras y a la industria del entretenimiento en general se les olvide que sus productos existen porque hay una demanda de los mismos, pero sus estrategias de mercado deben adaptarse a las condiciones de su público, y no alrevés. Estrategias como la intimidación y el chantaje emocional que utilizan en esta infame campaña no deberían tener cabida, sobre todo si pensamos que se patrocinan con el dinero de las personas que sí gastan en las encarecidas licencias de sus productos.

Las disqueras son un dinosaurio que esta encontrando una extinción prematura, y los esfuerzos -algunas veces rídiculos y absurdos- por conservar su estatus quo cada vez hacen más evidente su fenecimiento.

Yo no estoy en favor de la piratería, pero básicamente porque como coleccionista me gusta tener ediciones originales de mis CDs, DVDs y libros. Lo que es cierto es que si fueran más accesibles definitivamente tendría más (como buen coleccionista).

Estos días ya es hasta divertido escuchar las rechiflas y los comentarios en el cine cuando pasan los anuncios de "¿qué le estas enseñando a tus hijos?": las respuestas casi siempre son "¡les estoy enseñando a ahorrar!".

¡Ah, que cosas trae el nuevo milenio...!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues no tengo hijos, y tampoco apoyo la piratería, aún tengo esperanzas a que comprendan que sus precios son exageradamente altos.

En lo personal he encontrado un buen nicho que explotar en el cine de arte, estos los consigo ORIGINALES en un rango de 30 a 60 pesos. Sinceramente, en lo que respecta a cine, los DVDs con mejores títulos y contenidos son los que promueve y distribuye Quality Films y VideoMax (algunos).

Mauricio Angulo S. dijo...

Y mira que tu si tienes hijos, Tere (yo a mis gatos les enseño que las películas piratas no sirven para afilarse las uñas), pero también compras y guardas música que da gusto.

Concuerdo contigo Esparta: buscando un poco es posible encontrar excelentes películas a bajo precio: los paquetes de 4 DVDs de Quality son una maravilla para los que gustamos del buen cine y tenemos poco presupuesto. Recientemente me hice de la película "The Seventh Seal" de Ingmar Bergman es escasos 70 pesos! En la epoca del VHS hubiera tenido que pagar una fortuna por ella en el Péndulo por la misma película.

Y finalmente, el cine independiente es el que más se beneficia con la compra legal de sus películas.

De cualquier forma, gracias por pasar por acá y dejar sus comentarios. Nos seguimos leyendo.

Y recuerden: digan no a la piratería y a los precios altos.

:-D

Anónimo dijo...

Apenas y puedo creer lo que se comenta.

De acuerdo a esa mentalidad (para "enseñarles a ahorrar") sería totalmente válido decirles a nuestros hijos que tomaran las cosas del supermercado sin pagar. Finalmente, se estarían ahorrando un dinero.

¿¿De eso se trata todo?? ¿De ahorrar?

Si las agencias vendedoras de autos nos venden los mismos a precios inmorales, ¿eso me autoriza a robarme uno de la calle, para "ahorrar"?

El problema no está en la piratería por si sola. El problema está en la CONCIENCIA SOCIAL que estamos fomentando, en la que no importa si lo que haces afecta a otros o no, mientras satisfaga mis necesidades (y ya no digamos estrictamente las primarias). Por eso, y justamente por eso, este país está como está.

Mauricio Angulo S. dijo...

Muy buen comentario, Gera, y estoy de acuerdo en la parte de la consciencia social que genera la piratería, y efectivamente no se trata solo de ahorrar dinero, pero si a todo acción hay una reacción, la piratería es la respuesta a las infames políticas de ventas de las disqueras y sus distribuidores, y solo en la medida que uno cambie el otro cambiará también: este no es un problema unilateral.

¡Gracias por el comentario!